sábado, 23 de mayo de 2015

La vida es para que te sientas bien. Esther y Jerry Hicks

Tu vórtice y la Ley de la Atracción

Aprender a atraer co-creadores felices

Aprender a atraer co-creadores felices

La vida es para que te sientas bien.
Antes de que nacieras sabías que el principal componente de tu experiencia física, el que supondría el mayor valor y dicha para tu expansión personal y colectiva, serían tus relaciones con los demás.

Tu intención era disfrutar de la diversidad de tus relaciones, y elegir de ellas los detalles que forjarían tu creación. Y aquí estás.

Antes de nacer, cuando estabas tomando la decisión de concentrarte en esta realidad espacio-temporal de Primera Línea, tenías la poderosa intención de disfrutar de cada momento del proceso. Entonces, desde tu perspectiva No-Física, comprendías que eras un creador y que venías a un entorno con un enorme potencial para gozar de experiencias creativas alegres y placenteras. Sabías que eras un creador, y que la experiencia terrestre sería un trampolín perfecto para lanzar numerosas creaciones satisfactorias. Y aquí estás.

Antes de nacer en tu cuerpo físico, sabías que cuando estuvieras aquí estarías rodeado de otros seres, y que tus relaciones con ellos sería la principal fuente del contraste en tu vida. También entendías que estas relaciones dispares serían la base de tu expansión personal, así como la de tu enorme contribución a la expansión Eterna, y aceptaste de buen grado tu interacción con todos ellos. Y aquí estás.

En tus planes no entraban el esfuerzo y las penurias. No creías que venías a este planeta para salvar o arreglar el mundo, ni siquiera para evolucionar (en el sentido de que en ese momento te faltaba algo). Por el contrario, sabías que esta experiencia física sería el entorno que te proporcionaría el contraste general a partir del cual tomarías decisiones cada vez mejores que favorecerían tu propia expansión, así como la expansión colectiva de Todo-Lo-Que-Es. Sabías que este mundo de contrastes te induciría a la expansión que literalmente sitúa lo Eterno en la Eternidad; tu aprecio por el contraste del entorno en el planeta Tierra era inmenso, pues entendías que el contraste es la esencia de la expansión, y que ésta sería gozosa. Y aquí estás.

Antes de nacer en tu cuerpo físico conocías el valor de la variedad y la diversidad, pues entendías que cada nueva preferencia, deseo o idea nacería del contraste. Y sabías que éste no sólo supone literalmente el fundamento de la expansión, sino también el fundamento de una experiencia gozosa. Y lo más importante, sabías que tu experiencia gozosa sería la razón última de cada una de las partes de las partes de las partes de esta Existencia. Sabías que todo existía por los gloriosos momentos que explotarían constantemente en tu conciencia a lo largo del sendero. Y aquí estás.

Antes de nacer, entendías que el contraste era la variedad donde elegirías. Sabías que tu entorno sería como un bufé libre donde podrías escoger lo que quisieras, y que nada en él sería permanente debido a que tus nuevas y constantes elecciones harían que siempre estuviera cambiando. Y aquí estás.

Antes de nacer, sabías que todas tus elecciones serían el resultado de prestarle atención a algo. Sabías que estabas a punto de concentrar tu Conciencia en un cuerpo y en una realidad espacio-temporal físicos; y que escogerías en el colorido bufé de opciones que te rodearía gracias a tu atención, enfoque o pensamiento. Y aquí estás.

Antes de nacer, entendías que el entorno Tierra, al igual que todos los demás —físicos y No-Físicos— es un entorno vibratorio que se rige por la Ley de la Atracción (todo objeto atrae aquello que se asemeja a sí mismo); y sabías que tu atención a cualquier tema era tu invitación para tu participación personal en él. Y aquí estás.

Antes de nacer, al pensar en tu experiencia física sobre el planeta Tierra, no solicitaste nacer en un entorno de igualdad y acuerdo, donde ya se hubieran tenido en cuenta todas las variaciones y se hubieran tomado todas las decisiones sobre cómo se debía vivir la vida, pues eras un poderoso creador que venía con el propósito de tomar sus propias decisiones y crear su propia experiencia gozosa. Sabías que la diversidad sería tu mejor aliada, y que la conformidad, en cualquier nivel sería lo opuesto. Te lanzaste entusiasmado para encontrar tu rumbo y empezar a explorar, desde tu poderoso, importante y personal punto de vista, tu variado entorno, del cual forjarías tus propias creaciones, y aquí estás.

Muchas personas expresan preocupación y frustración —y a veces, ira y resentimiento— por no recordar conscientemente estas decisiones prenatales, pero te comunicamos que llegaste a este cuerpo físico con algo más importante intacto: naciste con un Sistema de Guía personal para ayudarte a saber —en cada paso del camino— cuándo te alejas de tu comprensión prenatal de la vida y cuándo estás en ella.
Deseamos que seas consciente de tu propio Sistema de Guía para que puedas explorar esta nueva frontera de la creación sintonizando con la estabilidad de tu conocimiento No-Físico.

Queremos ayudarte a que vuelvas a conectar conscientemente con quien-eres-realmente y ayudarte a sustituir miles de falsas premisas —que has elegido erróneamente a lo largo de tu sendero físico— por premisas de la vida Universales basadas en la Ley.

Queremos ayudarte a resolver el misterio de las relaciones aparentemente imposibles; a ordenar los detalles de compartir el planeta con miles de millones de seres; a redescubrir la belleza de la diferencia; y lo más primordial, a volver a establecer la relación más importante de todas: tu relación con la Fuente Eterna No- Fisica que en realidad eres tú mismo, y aquí estamos.

La vida son nuestras relaciones


Nunca te encontrarás en un momento del tiempo en que las relaciones no formen parte activa de tu experiencia del presente, porque todo lo que percibes, observas o sabes se debe a tu relación con alguna otra cosa. Sin una experiencia comparativa no podrías percibir o concentrarte en ningún tipo de entendimiento interior. Por consiguiente, se puede decir con toda exactitud que sin relaciones no podrías existir.

Al leer este libro pretendemos que se despierte en ti una conciencia aún mayor de quién-eres, a medida que empiezas a explorar la variedad de relaciones que ya tienes.

Deseamos que tu experiencia ensalce tu aprecio por tu planeta; tu cuerpo, tu familia, tus amigos, tus enemigos, tu gobierno, tus sistemas, tus alimentos, tus finanzas, tus animales, tu trabajo, tu ocio, tu propósito, tu Fuente, tu Alma, tu pasado, tu futuro, tu presente...

Deseamos que recuerdes que todas las relaciones son Eternas y que una vez que se han establecido, formarán parte de tu estructura Vibratoria por siempre jamás, y que en tu poderoso presente —donde todo aquello que eres ahora converge en todo lo que te estás convirtiendo— tienes el poder de crear.

Muchas veces, cuando observas una experiencia no deseada o desagradable, no crees que formas parte de ella, sino que eres un observador distante, disociado y desapegado, pero eso no es cierto. Tu observación de una situación —por más alejado que creas estar de ella— te convierte en un socio co-creador de esa experiencia. Con el paso del tiempo, gracias a vuestras interacciones, muchos habéis llegado a las preferencias colectivas sobre cómo se ha de vivir la vida; y aunque ni siquiera hayáis llegado a una aproximación de cuál es la forma apropiada de vivir, todavía seguís intentando convencer a los demás para que acepten vuestras preferencias en el millar de temas que estáis experimentando.

Primero sintoniza, luego actúa
En todas las sociedades del vasto número de sociedades de vuestro planeta, habéis instaurado normas, tabúes, leyes —junto con una gran variedad de recompensas y castigos por conformarse o no conformarse—, pues todas ellas parecen determinadas a agrupar en montones separados lo deseado de lo indeseado. Y aunque os esforzáis mucho en este proceso de separación, los montones no dejan de cambiar, y nunca llegáis ni tan siquiera a acercaros a un consenso sobre lo deseado y lo indeseado, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo.

Nuestro deseo es que, a raíz de leer este libro, nunca más vuelvas a necesitar el acuerdo (global, de la comunidad o incluso de una pareja) para encontrar tu confianza en ti mismo, tu rumbo y tu poder. Queremos que recuerdes que la necesidad de obtener la aprobación de los demás procede de la base de no comprender las Leyes del Universo y va en contra de quien-eres-realmente.

Deseamos que al entender tu Sistema de Guía personal, vuelvas a sintonizar con el poder que fluye hacia ti y a través de ti. Cuando sintonices con el poder que fluye desde tu interior, lograrás (y sólo entonces) la armonía que buscas en todos los niveles y aspectos, y también con los demás.

La mayoría de las personas considerarían una locura cargar un camión grande y destartalado, con una mala suspensión y dirección, tan viejo que casi resultara imposible sacarlo a la carretera, con su más preciada carga. O cargar la cesta de la bicicleta de su hijo de 5 años que monta por primera vez, con una valiosa cristalería. O salir a la calle con un bolso con los ahorros de toda su vida y sus joyas favoritas y cruzar el lago helado sin saber a ciencia cierta si la capa de hielo aguantará su peso.

Es decir, siempre es sensato buscar primero una estabilidad fundamental antes de embarcarse en cualquier aventura, especialmente las que más te importan. Sin embargo, cuando las personas se relacionan entre ellas para tratar de temas importantes, normalmente se lanzan de cabeza a conversar, a tomar decisiones y a comportarse de cierta manera antes de haber alcanzado una buena estabilidad, y entonces suele costar bastante recobrarla. Con frecuencia, cuando han perdido el equilibrio, tropiezan en la siguiente experiencia fuera de control, y en la siguiente, y en la siguiente. Con los ejemplos de este libro, deseamos que recuerdes el arte de sintonizar primero y actuar después. Sintoniza primero, luego conversa. Sintoniza primero, luego relaciónate. Sintoniza primero, luego todo lo demás.

A veces se dice: «Piensa antes de hablar». Sabio refrán, pero nosotros vamos a ampliarlo. Os vamos a sugerir: «Piensa, y luego evalúa el valor de ese pensamiento observando cómo te sientes; haz esto con bastante frecuencia para estar totalmente seguro de que has conectado; luego habla, luego actúa, luego relaciónate».

Alguien que se toma la molestia de comprender su relación con la Fuente, que intenta activamente sintonizar con la Perspectiva Expandida, que busca y encuentra deliberadamente la conexión con quien-es-realmente, es más carismático, atractivo, eficaz y poderoso que un grupo de millones de personas que no han logrado esa conexión.


Los maestros y sanadores que han hecho historia, a quienes veneras, comprendían el valor de esta sintonización personal. En este libro sobre las relaciones, te transmitimos: no hay relación más importante que la relación entre tú, en tu cuerpo físico, aquí y ahora, y el Alma/Fuente/Dios del que procedes. Si antepones esa relación a todo lo demás, tendrás la estabilidad necesaria para abarcar otras relaciones. Tu relación con tu propio cuerpo; con
el dinero; con tus padres, hijos, nietos, compañeros de trabajo, el Estado, el mundo... se sintonizarán pronto y sin problemas cuando hayas mimado esta relación fundamental.



Extracto del Libro El Vórtice
Autores: Esther y Jetty Hicks

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